El Deseo de Dios hacia los Niños
OBJETIVO
Que los padres, ministros, maestros de escuela
dominical, preceptores, y todo aquel que tiene a su cuidado las almas preciosas
de niños, pueda entender la voluntad de Dios hacia ellos y así pueda
ministrarles en amor, y en su lenguaje lúdico la Verdad Eterna de Dios para
salvación. Luego liberarlos de toda maldición, y opresión; para que con
dirección ministerial le sirvan al Señor, con los diferentes dones y talentos
que Él depositó en cada niño.
LO QUE
DIOS QUIERE
1. DIOS QUIERE SALVARLOS DE LA CONDENACIÓN
ETERNA
Sabemos que todo niño desde su engendramiento hasta que alcanza
discernimiento, no tiene conciencia de lo que es bueno y malo, vive en un
estado de inocencia, es decir, un estado donde todo lo que realiza es
inimputable delante de Dios, pues desconoce la ley.
Rom.
7:9 Y yo sin la Ley vivía en un tiempo; pero al venir el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
Así todo bebecito llorón es inimputable delante de
Dios, hasta que puede discernir lo que es bueno y malo. Cuando conoce y
entiende la ley interna o natural que Dos coloca en todo hombre que viene a
este mundo; se enfrenta a una batalla entre la ley de Dios perfecta, escrita en
su corazón y su propia naturaleza carnal, vendida al pecado; ya que ésta última
al estar contaminada por la genética de Adán, tiene una inclinación al mal. Rom. 2:14 Porque cuando los gentiles que no tienen
ley, hacen por naturaleza lo que es de
la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus
corazones, dando testimonio su
conciencia, y acusándoles o
defendiéndoles sus razonamientos.
Por esta inclinación al mal, cuando un niño decide
pecar con conciencia, transgrediendo cualquiera de los mandatos que están
escritos en su corazón, es destituido de la gloria de Dios, por causa del
pecado, ya que el transgresor de
cualquier mandamiento se hace transgresor de toda la ley, Sant.
2:10 Porque cualquiera que guardare toda la
ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. 11 Porque el que dijo: No
cometerás adulterio, también ha
dicho: No matarás. Ahora bien,
si no cometes adulterio, pero
matas, ya te has hecho transgresor de la
ley.
El que peca es destituido de la Gloria de Dios. Esa
destitución lo separa de Dios, en griego la palabra muerte es separación. Un
niño que ha pecado está muerto en delitos y pecados, para Dios es un muerto, y
por lo tanto sentenciado a muerte eterna. Por eso: Urge anunciar a los niños la buena noticia de salvación.
La muerte es espiritual, recordemos que el espíritu
es la parte que Dios colocó en el hombre para bendecirlo, para hablarle, para
ministrarle, para tener comunión con Él. Un hombre sin comunión con Dios por
espíritu, se reduce a un hombre animal, Ecl. 3:18 Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, y para que vean que ellos mismos son
semejantes a las bestias. 19 Porque lo que sucede a los hijos de los
hombres, y lo que sucede a las
bestias, un mismo suceso es: como mueren
los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Por eso la importancia de predicarles a nuestros
niños el mensaje del evangelio, y presentarles el Único Camino, Verdad, y Vida.
Quitando la falacia que los niños no entienden, que solo les hablemos de la
parte histórica de la Biblia, mientras que el enemigo les da todo tipo de
doctrina de error, sin contemplaciones a nuestros niños por centros educativos
(como la teoría de la evolución), por televisión, por internet, por juegos
electrónicos, etc.
Si un niño sabe ejecutar con destreza un programa
de computación, puede asimilar cualquier tema de la Bendita Palabra de Dios.
Además que para entender el rehma de Dios necesitamos más que mente, e
intelecto humano, la revelación del Espíritu que penetra hasta el espíritu.
Aunque un niño no logre recoger con entendimiento
la Palabra que recibe, si es Palabra de Dios ministrada con unción, le va a ministrar
la parte espiritual, recordemos que los discípulos no entendieron mucho de lo
que Jesús predicaba y enseñaba, pero lo seguían con amor, pues más que al
intelecto Jesús les predicaba y ministraba al espíritu.
2. DIOS QUIERE VISITAR A LOS NIÑOS COMO ADULTOS
Dios quiere salvar, visitar, bendecir, ministrar, y usar a los niños;
además de los adultos que se hagan como ellos. Mt.19:13 Entonces le fueron presentados unos
Niños para que pusiera las manos sobre
ellos y orara; pero los discípulos los reprendieron. 14 Entonces Jesús dijo:
"Dejad a los niños venir a mí y
no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de los
cielos". 15 Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí.
A
veces se les niega a los niños el acceso a la Palabra revelada, y temas como la
salvación, Bautismo en agua, Bautismo con el Espíritu Santo, ministración de
Santa Cena, dones del Espíritu, y temas más profundos, o no se toman en cuenta
a los convertidos a participar de los diferentes departamentos de servicio en
la iglesia, etc.
Pues
se consideran que por su corta edad y desarrollo intelectual, no pueden
experimentar la poderosa mano de Jesús y su debida atención; pero en este
pasaje descubrimos que Jesús quiere posar su mano de bendición y poder sin
discriminación hacia ellos.
Por
eso las escuelas dominicales y semanales para ellos deben ser de vivencias con
el Espíritu Santo, y la palabra que se enseñe debe ser de alto contenido
doctrinal, solo que en el lenguaje que ellos más entienden y les gusta que es el
canto, juegos, coreografías, diálogos con títeres, y toda actividad lúdica.
Recordemos
que los espíritus en edad son más viejos que el cuerpo físico, y aún más viejos
que la tierra; aunque su madurez mental sea incipiente.
El
profeta Jeremías es un excelente caso, pues él creía como muchos, que la vida
del espíritu comienza en el vientre de las madres, pero Dios le corrigió la
plana explicándole que antes de estar en el vientre de las madres los espíritus
son pre-existenciales.
3.
DIOS QUIERE DESATARLOS DE ATADURAS GENERACIONALES
a. LIBRES DEL ANCESTRO DE ADÁN
Todos los hombres al venir a la tierra traemos ataduras
ancestrales o generacionales. La primera atadura es la que traemos de Adán, Rom.
5:14 No obstante,
reinó la muerte desde Adán hasta Moisés,
aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
15 Pero el don no fue como la transgresión, porque si por la transgresión de aquel uno
muchos murieron, la gracia y el don de
Dios abundaron para muchos por la gracia de un solo hombre, Jesucristo.
Gracias
a la revelación que el Espíritu Santo nos otorga de la Persona gloriosa de
Jesucristo, es que nosotros somos salvos de ese lazo ancestral. Como dice el
pasaje ahora por uno solo hombre Jesucristo, alcanzamos la liberación de ese
yugo de muerte y alcanzamos la vida eterna. Solo Jesucristo rompe este lazo que
lleva a los hijos de Adán a la muerte eterna.
Isa 14:21
Preparad a sus hijos para el matadero por la maldad de sus padres; que no
se levanten ni posean la tierra ni llenen de ciudades la faz del mundo".
b. LIBRES DEL ANCESTRO DE GENERACIONES PASADAS
Cuando estudiamos la orden de Jesús hacia sus discípulos aquel día de su
entrada triunfal en Jerusalén leemos que Jesús pidió desatar y llevar a su
persona tanto una mamá asna como a su pollino. Pero la señal es que ambos
“estarán atados”.
Cuando los discípulos llegaron a cierto lugar observaron a la mamá
asna atada, inmediatamente vieron a la
par un hijito asno en la misma condición. Mostrando el Señor en este ejemplo
que muchas taras en los hijos como las malas conductas, inclinación a ciertos
hábitos pecaminosos, ataduras espirituales, enfermedades, fracasos,
maldiciones, enfermedades, etc. vienen porque los padres han heredado a sus
niños esas ataduras por pecados generacionales.
Los pecados de un hombre pueden alcanzar a cuatro generaciones
posteriores a él.
Sin embargo El Señor tenía planes con el
pollino, pues la orden de Jesús es desatar a ambos (tanto como al asno
como a su cría). Y esa orden sigue vigente a todo padre, discípulo, y ministro
del Señor: desatarlos.
Es importante que los niños sean libres de toda maldición, o ligadura de
impiedad, que viene por rebelión, idolatría, ocultismo, actos de injusticias,
etc. Y para eso tenemos a nuestro alcance la poderosa Sangre Cordero (como
recién inmolado), el Nombre de Jesucristo, La imposición de manos, la bendición
de nuestras bocas, la Palabra de Dios, y las coberturas.
c. LIBRES DE DEMONIOS
Aunque a la mente religiosa le cueste entender
esto, hay niños contaminados aún por demonios, tal es el caso del endemoniado
traído a Jesús cuando descendió del monte de la Transfiguración, Mar
9:20 Se lo trajeron, y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, que cayó al suelo revolcándose y echando
espumarajos.21 Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo
hace que le sucede esto? Él dijo: Desde niño.
Debemos cuidar nuestros actos porque muchos hombres en el recorrido de
la historia bíblica sembraron maldad, y ellos mismos no recogieron la cosecha
de sus pecados sino que fueron sus hijos los que recogieron esa mala siembra,
tales los hijos de Giezi el siervo de Eliseo que les heredó a sus hijos la
lepra de Naamán.
O las enfermedades transmitidas de los siervos de Dios de la iglesia de
Tiatira a sus hijos, por fornicar por inducción de la llamada profetiza
Jezabel.
Gracias a Dios Jesús estaba allí en esos días para liberar a ese joven,
y gracias a Dios está aquí para liberar a los niños influenciados por demonios,
para que sus días de juventud sean de gozo por el Espíritu Santo, y no de
amargura.
4. DIOS QUIERE USARLOS CON PODER
Siguiendo con el ejemplo que Jesús nos da del pollino desatado, llama la
atención que cuando entra a la ciudad de Jerusalén, no entra montado en la mamá
asna, sino en el pollino, y note que la entrada de Jesús a Jerusalén montado en
el pollino fue la última manifestación de gloria y poder que Jesús hizo en
Israel, fue el avivamiento final de su ministerio.
Tenemos la premisa apostólica que lo acaecido a Jesús en su cuerpo
físico, es lo mismo que sucederá ahora al cuerpo místico que es su iglesia, Y
si en el avivamiento final del cuerpo físico se usó a la cría desatada, es que en este tiempo de
avivamiento final en la iglesia que es el cuerpo místico, se desatarán a los
niños de maldiciones generacionales desde las heredadas por Adán, pasando por
las ataduras de los padres, y las propias, para que el Espíritu los use ahora
con poder.
Es necesario desatarlos, y llevarlos delante de Jesús para que Él sea
visto sobre los niños.
Desde luego que a la manera de
Samuel que ministraba en la presencia de Elí (el sumo sacerdote), los niños que
ministran en el altar deben hacerlo en la presencia y supervisión ministerial.
Sobre todo ellos que con facilidad pueden envanecerse y caer en lazo del
diablo.
Cuando los discípulos ponen sus mantos sobre el pollino antes de que
Jesús entrara a Jerusalén, nos habla de la cobertura y discipulado que un niño
debe recibir antes de servirle, todos debemos tener en nuestros lomos un manto
ministerial, y los lomos son la representación del servicio y trabajo en la
obra del Señor. Pongámonos nosotros y nuestros hijos el manto ministerial en
los lomos.
Ese manto que es puesto sobre el pollino también nos habla de poder, y
autoridad; ya que todo servicio debe tener sobrenaturalidad, y que se mueva el
poder de Dios en sus siervos.
Ese manto también nos habla de cubrir la desnudez, pues era una prenda
para cubrir un área del cuerpo, y todo siervo necesita la misericordia, y el
derramamiento de la gracia, pues aunque buscamos la santidad, aún no lo hemos
alcanzado todo.
5. DIOS QUIERE QUE LES HEREDEMOS BENDICIÓN
Gracias a Dios no todos los padres transmiten ataduras de maldad a sus
hijos, hay padres que al venir a Cristo se vuelven cabezas de generaciones
poseedoras de semillas de bendición. Que cambian la semilla de maldición de
generaciones pasadas, por semilla de bendición para las generaciones venideras;
gracias a que conocen a Jesucristo la cabeza que trajo bendición y liberación
de la maldición de la ley.
Abraham, Isaac, y Jacob son ejemplos de padres que transmitieron semilla
de bendición a sus hijos. Una de las herencias a sus hijos es la tierra
prometida, que ellos ni siquiera
poseyeron, ni la disfrutaron, pero sembraron por la fe que agradó a
Jehová para la generación de Josué. Hoy nosotros podemos hacer lo mismo.
Cómo lo lograron ellos. Muy sencillo, lo visualizaron, lo confesaron y
lo saludaron sin poseerla, eso es fe. Y note que no solo vieron lo terrenal,
sino la mejor herencia que es la celestial, porque esperaban la mejor herencia
donde no hay ladrón, ni hollín. Debemos abrir brecha para que nuestros hijos
puedan heredar las dos herencias: La terrenal y la celestial.
6. DIOS QUIERE LEVANTAR DE ELLOS UNA GENERACIÓN
DE ADORADORES
Gn. 49:11
… Atando a la vid su pollino, y a la cepa el hijo de su asna….
Ya desde los días del Génesis se habló del
tiempo en el cuál el Señor iba a ministrar a los hijos de Judá. Judá significa
alabaza, y esta fue la bendición que recibió, que los pollinos serían atados a
la vid, y a la cepa. La vid es figura de Jesucristo, y la cepa es figura del
Espíritu Santo.
Los pollinos de Judá serían atados a la
vid, y a la cepa.
a. Atarlos a la vid
La vid es la planta de donde se extraen la
uva, y desde luego el vino que es figura de la restauración del gozo en el
pueblo que se reconcilia con Dios y es liberado de la esclavitud del pecado.
Ese gozo es el que despierta en los niños y en todo el pueblo de Dios la
alabanza y adoración a la manera de David.
Los niños deben ser liberados del yugo del
pecado y la esclavitud del diablo para luego atarlos a la vid, (Jesús es la vid
verdadera). Los niños (pollinos) que son atados a la vid son el cumplimiento
profético que se habló: que perfeccionarán la alabanza, a través del
derramamiento del Espíritu Santo en sus vidas.
Demos libertad para que ellos sean
enseñados en la restauración del Tabernáculo de David y que experimenten el
mosto celestial.
La mejor manera de enseñarles a nuestros
niños es con el ejemplo.
b. Atarlos a la cepa
Jesús es la vid, pero la cepa, es decir, el
tronco de la vid, o la extensión del ministerio de Jesús es el Espíritu Santo.
Los hijos de Judá serían atados a la cepa
(El Espíritu Santo), esto nos habla de la comunión que el Espíritu quiere tener
con nuestros hijos, por ende debemos ministrarles el Bautismo con el Espíritu,
y esperar manifestaciones de poder y de gloria en ellos.
Debe ser normal que prediquen la Palabra con la unción del Espíritu, que
hablen en otras lenguas, que pongan las manos sobre los enfermos y éstos sanen,
que a través de ellos se vean milagros, señales, y prodigios, que prediquen la
Palabra, que sean parte del equipo de diaconado, etc. Es una promesa para nuestros hijos, amarrémoslos
a la vid, y a la cepa.
7. DIOS QUIERE QUE CUIDEMOS SUS PIES
Durante el recorrido muchos hombres que tenían revelación sobre el
hombre que entraba a Jerusalén, veían que Jesús quien montaba el pollino era el
Mesías Rey, y por eso tendían mantos a los pies del pollino, y ramas de
árboles.
Esto nos habla que debe haber un cuidado para el pollino, pues es quien
carga a Jesús nuestro Mesías. Por ningún motivo descuidamos a los pollino
desatados, esos hombres ponían mantos a los pies del burrito.
El pollino desatado, traído a Él, y que es su vehículo de Jesús
representa a los niños que tienen a Jesús sobre de ellos como Señor y Salvador.
Aunque ya son salvos, no se puede descuidar su desarrollo espiritual hacia la
madurez. Debemos seguir discipulándolos hasta su madurez, y mientras alcanzan
ese estado debemos hacer sendas rectas para sus pies, allanándoles el camino.
Cuando Dios está usando a un pollino, debemos cuidarle los pies para que
no tropiece, ni se lastime.
Debemos cuidar a los pequeños para que en su caminar no sufran heridas
por maltratos, golpes, humillaciones, pleitos de los padres, divorcios, etc.
Las discusiones entre padres, el abandono, las injusticias, el
provocarlos a ira, las preferencias
entre hijos, la falta de diálogo e instrucción, la falta de caricias, de
palabras de amor, de estímulos, etc. Hieren y lastiman el corazón de los niños,
TIREMOS NUESTROS MANTOS a los pies de nuestros pequeños. El instrumento que
guarda sus pies de heridas, es el amor.
8. DIOS QUIERE QUE LOS NIÑOS JUEGUEN
Es en la etapa de la infancia
en el que los niños por naturaleza deben divertirse, de tal manera que toda actividad deben
ejecutarla jugando; eso lo sabe el sabio Dios que en el mundo regenerado por
Jesucristo, la característica de los niños es que van a jugar, Isa
11:8 El niño de pecho jugará sobre la cueva de la
cobra; el recién destetado extenderá su
mano sobre la caverna de la víbora. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi santo
monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas
cubren el mar.
Los niños deben aprender a
llevar responsabilidades en el hogar, y desde luego las asignadas en los
centros educativos, pero nunca deben imponérseles cargas que nos adecuadas a su
edad. Como el llevar la responsabilidad del cargo de hermanitos menores, o el
sustento de las necesidades del hogar, ya que eso es responsabilidad absoluta
de los padres.
En la iglesia el discipulado
debe llevarse a cabo tomando en cuenta su motivación de juego, y así planificar
y ejecutar actividades propias de su edad, teniendo clases bien decoradas e
iluminadas, y el contenido desarrollarlo con actividades lúdicas.
CONCLUSION
Dios envió a Jesús a salvar lo que se había perdido, entre ellos están
los niños, a quienes se debe predicar el
evangelio en su lenguaje de juego, para así recibir la llenura del Espíritu
Santo, y participar de la herencia de los santos, en un discipulado que les
permita ser libres de cadenas, ataduras y taras generacionales; y así sustituir
esas maldiciones por bendiciones, ya que ellos deben adorar y servirle a
Nuestro Señor con libertas toda su vida hasta la Gloriosa Parusía de Nuestro
Señor Jesucristo.